Un sencillo análisis de sangre puede alertarnos si tenemos los niveles de triglicéridos por encima de lo recomendado. Pero, ¿qué son? ¿y qué implica superar los niveles recomendados por los expertos?
Los triglicéridos son un tipo de grasas que tenemos en nuestro organismo, el más abundante. Se acumulan en el abdomen, el tejido celular subcutáneo y otras partes del organismo, y pueden producir alteraciones en nuestro organismo.
Su principal función es servir de reserva energética. Sin embargo, superar los niveles de triglicéridos considerados normales trae consecuencias para la salud.
Ese sobrante depositado en las arterias puede llegar a crear una placa que obstruye las arterias. De ahí la importancia de vigilar los niveles de triglicéridos.
Para saber si padecemos hipertrigliceridemia basta con realizar un análisis de sangre que indicará cuántos miligramos por decilitro tenemos. El nivel de triglicéridos considerado normal se encuentra por debajo de los 150 mg.
Entre 150 y 200 mg ya se considera que hay una ligera elevación de triglicéridos, mientras que si los niveles se sitúan entre 200 y 500 mg, los expertos concluyen que hay una elevación moderada. Si los niveles de triglicéridos se encuentran por encima de 500 mg se trata de una elevación severa.
Consumir menos grasas, menos azúcares y evitar esos tentadores dulces de las panaderías y los alimentos precocinados evitará la alteración de estos niveles, ya que aumentan directamente el nivel de triglicéridos.Igualmente es muy importante reducir el consumo de alcohol.
Los expertos recomiendan basar nuestra alimentación en una dieta que incluya verduras, hortalizas, frutas, legumbres, pescados al menos dos veces por semana y carnes blancas..
Además, la alimentación saludable debe combinarse con la práctica de ejercicio físico de forma regular. La OMS recomienda a los adultos al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (o el equivalente en actividad intensa, lo que serían al menos entre 75 y 150 minutos semanales), mientras que para los niños y adolescentes lo ideal es que realicen una media de 60 minutos de actividad física aeróbica moderada al día.
Para los mayores de 65 años la recomendación es igualmente realizar al menos 150 minutos semanales de actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos.
Fuente: Fundación del Corazón