La práctica de ejercicio físico de forma frecuente es un gran aliado para mantener tu salud cardiovascular.
La actividad física regular como caminar, montar en bicicleta, pedalear, practicar deportes o participar en actividades recreativas es muy beneficiosa para la salud. Es mejor realizar cualquier actividad física que no realizar ninguna.
La inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles.
Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.
Pero, ¿cuánta actividad física debemos hacer para obtenerlos?
Lo ideal es procurar llevar un estilo de vida saludable a diario que combata el sedentarismo, porque toda la actividad física cuenta.
Pero además es recomendable realizar alguna actividad deportiva como correr, caminar a paso rápido, nadar o cualquier otra disciplina recreativa de tres a cinco veces por semana, al igual que entrenar la flexibilidad y la fuerza entre dos y tres veces por semana.
¿En cuánto tiempo se traduce todo lo anterior?
La OMS recomienda a los adultos al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (o el equivalente en actividad intensa, lo que serían al menos entre 75 y 150 minutos semanales), mientras que para los niños y adolescentes lo ideal es que realicen una media de 60 minutos de actividad física aeróbica moderada al día.
Para los mayores de 65 años, la recomendación es igualmente realizar al menos 150 minutos semanales de actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos.
Los beneficios de incluir en la rutina diaria la actividad física no son solo cardiovasculares. También mejoraremos el estado muscular y la salud ósea, de forma que nuestra calidad de vida saldrá beneficiada. Además, combatir el sedentarismo resulta esencial para prevenir la diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer.
Por otra parte, la práctica de ejercicio físico puede reducir los síntomas de depresión y ansiedad, contribuyendo a nuestro bienestar.
Como has visto, se trata de un largo listado de ventajas que hacen de la actividad física un imprescindible que tenemos que poner en práctica tanto como podamos para disfrutar de más salud.
Fuentes: Fundación del Corazón – Organización Mundial de la Salud